martes, 1 de junio de 2010

Un aullido en la noche


Desde tiempos muy antiguos se ha hablado, escrito y reescrito sobre este personaje, el hombre lobo. Un hombre que se transforma únicamente en las noches de luna llena en un lobo feroz, salvaje, ávido de sangre. Un ser que al amanecer regresa a su naturaleza humana, herido, cansado, con el dolor de haber causado un enorme daño. Un semihumano condenado a  apartarse de los seres que ama gracias a ese otro ser que habita su piel.

Es un hombre maldito para la sociedad y para sí mismo, subyugado a la soledad de su mosntruosidad. En siglos pasados las personas afirmaban ser hombres o mujeres lobo y a su vez habían quienes afirmaban haberlos visto transformándose y atacando a quienes se encontrasen a su paso.

Al parecer los tiempos han cambiado, ahora los vemos en películas, oímos sobre ellos en canciones o mejor aún leemos sobre sus historias. Culturalmente se dice que es un personaje que nunca dejará de existir, bien sea porque muestra ese otro rostro de lo humano en su estado más salvaje o porque es un elemento de morbo y gusto por ver sangre en la pantalla.

Aún así, es posible que esta noche pueda haber un Lobo-hombre caminando en las calles de París y responda al nombre de Denis.